No soy una gran empresa, pero sí una gran persona. Con muchas ganas de trabajar y poder aportar algo a tu proyecto ¡y al mío propio!
Me gusta lo que hago y lo hago bien. Si algo me diferencia es que intento implicarme lo máximo posible en el proyecto y soy de los que se fijan en los pequeños detalles, de los que no quieren “cutradas” y de los que te dirán las cosas como las piensan, no me gusta bailar el agua. Y creo que eso, ni en los negocios ni en las relaciones personales, funciona. Por eso mismo, no me encargaré de un proyecto si no siento una conexión, si presiento que no me va a gustar trabajar en él. La implicación que me hace dar ese toque especial, no la tendría… ni tú ni yo saldríamos ganando nada.